Comida rápida, basura rápida.

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nuestra sociedad fomenta hábitos alimenticios y de consumo incompatibles con el medio ambiente.
La vida moderna exige un ritmo de trabajo muy acelerado, determinado por un desarrollo tecnológico sumamente automatizado y cibernético. Se incrementan los restaurantes de las llamadas comidas rápidas, listas para llevar en menos de cinco minutos. Asimismo aumentan las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la obesidad y el síndrome moderno más común: el estrés, producto de esta vida acelerada y excesivamente mecanizada.
Dentro de este panorama hemos creado una sociedad del desperdicio y de lo desechable, del “úselo y tírelo”.
Podríamos citar una lista enorme de objetos y productos desechables cuya vida útil está planeada para satisfacer el consumo masivo y no precisamente para asegurar una mejor calidad de vida social y ambiental.
Parte de esos miles de productos de ciclo de vida reducida son las sopas instantáneas, envasadas o empacadas en bandejitas de poliestireno, comúnmente conocido como esterofón desechable. Estas sopas llamadas quick soups, son vendidas masivamente en supermercados, expendedores de alimentos y en centros educativos de enseñanza secundaria, donde los jóvenes estudiantes las consumen, después de ser calentadas con sus envases sintéticos, en el horno microondas.
Muy contaminantes. Esas bandejitas no son reciclables; en Costa Rica, constituyen un residuo especial postconsumo, contaminado y contaminante, de muy poco peso y al desecharlas en el ambiente ya sea enterradas o quemadas, producen sustancias tóxicas para el aire, el suelo y el agua y amenazan la biodiversidad. Esto sin entrar al análisis de los posibles efectos negativos para la salud humana de estas sopas, que forman un verdadero cocktail químico al mezclarse el poliestireno de sus envases con las microondas.
Por eso la necesidad de que las autoridades sanitarias, ambientales y educativas asuman una actitud de responsabilidad compartida, en conjunto con los fabricantes, importadores y distribuidores comerciales de las sopas instantáneas, para regular ambientalmente sus envases, en concordancia con la Ley de Gestion Integral de Residuos (# 8839) y de la legislación ambiental para la protección de la salud.
Fuente : www.nacion.com